Más allá de una profesión…

No es casual que al llegar a la Empresa Servicios Portuarios del Centro sea una de las primeras personas que usted ve. Tampoco es capricho de la vida o idea diseñada por alguien, que sus conocimientos, experiencia y dominio de su ejercicio laboral, la distingan. Y es que sobradas son las razones, en ella, una mujer de puerto, para entregar todo de sí y velar con celo de madre y abuela, su quehacer ético como secretaria.
"Que me iba imaginar yo que sería secretaria. Siempre fui desde niña inquieta, curiosa, con motivación para y por aprender. Pero realmente no era algo pensé ejercería, ni que mucho menos lo haría de manera ininterrumpida".
Durante casi cinco décadas Daisy Flores Blanco se ha desempeñado como secretaria en la empresa Servicios Portuarios del Centro. Su incondicional pasión por esta actividad y apego a los principios que rigen a la profesión, han sido su máxima muestra para ganar el respeto de todos.
“Las personas a veces se hacen una idea de mí o de la secretaria como tal, idea por supuesto que no siempre es la mejor, (ríe), pero es que yo soy así, una mujer con los mismos problemas que todas, pero siempre dejo el hogar y la familia atrás cuando de trabajo se trata, en otras palabras, separo lo personal de lo laboral. Cuando estoy aquí, es aquí. A veces seria, a veces más alegre, pero siempre tratando de gestionar toda respuesta o solución a un problema. Esa es mi vida, la que elegí, sí, porque ser secretaria es como tener precisamente un pedacito de tu casa y de la familia aquí, en este espacio que es mi oficina, en una empresa que también es mi casa. Todo lo que aquí ejecuto lo hago con tanto amor y respeto como si fuera para mi familia. No puedo desligar del día a día el sentido de pertenencia que tengo por el trabajo”.
La más profunda identificación de un profesional con la actividad que realiza, es la que une a esta mujer con su empresa, con los sucesivos directores con los que ha trabajado, con su colectivo. Toda una vida entregada al ejercicio de escuchar, atender, socializar, asumir tareas, velar y aplicar todo lo concerniente a los principios y valores que deben caracterizar a toda secretaria. Esa ha sido y sigue siendo su visión y empeño en un sector y para con un sector con el que se identifica.
“Ser secretaria para mí es no limitarme, y cuando te digo no limitarme es precisamente hacer un poco más de lo que me toca. No me gusta quedarme detrás del buró o acogerme a lo que es la oficina, siempre he buscado y apostado por enriquecer el trabajo de la secretaria. Desde organizar actividades, matutinos, reuniones extraordinarias, ventas de productos a los trabajadores, viajes a la playa, reconocimientos a trabajadores, funciones dentro del núcleo del Partido, iniciativas para actos, en fin, todo lo que de vida y enriquezca nuestro trabajo. También superarme, aunque la tecnología no es de mi tiempo, si la hago mía o la trato de hacer mía (ríe). Estar a tono con las disposiciones tecnológicas, es también una función que asumo. Yo creo que toda secretaria y secretario porque también los hay, nunca debe limitarse, abrirse a más, estar preparado política e ideológicamente y convencido de ello, aplicar recursos novedosos de redacción, de traducción, abrazar a las infotecnologías, en fin, todo lo que mantenga al secretario o secretaria como alma y corazón de cada institución o empresa. Y lo más importante, sentirse secretaria, respetar y ganar el respeto, ello es clave”.
Sin dudas Daisy es uno de esos saberes que han acompañado y es parte de la historia y desarrollo de la empresa Servicios Portuarios del Centro. Momentos vividos y que aún vive, experiencia, orientación y consejos a cuadros, ante decisión a tomar, testigo fiel de cada proceso que nace dentro y fuera de lo que ella llama, “ mi otra casa”. Una mujer que ve y siente orgullo de la actividad en la que no ve barreras, ni comunicativas, ni ideológicas, ni sociales. Una mujer que decide por vencer siempre e ir más allá, de una profesión.
Añadir nuevo comentario